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Congregación de la Preciosa Sangre de N.S.J- M.Magdalena Guerrero Larraín

Testigos de la Sangre de Cristo

Testigos de la Sangre de Cristo

Deseo desarrollar las siguientes reflexiones: la espiritualidad de la Preciosa Sangre es verdaderamente un camino de vida, un camino a través de la vida, un camino hacia la vida, porque en ella descubrimos una espiritualidad realmente fundamental, que constituye un aspecto integral de la Iglesia, nos hace apóstoles, y nos lleva a la alabanza y gloria de Dios. 

Al leer la vida de San Gaspar se descubre que el mensaje de la sangre de Cristo era tan abrumador que no necesitaba nada más para sostener su ingente actividad material. También hoy cuando la gente observa a los que hacen el apostolado de la sangre de Cristo, derramada por nuestro amor, repiten las palabras de la Biblia: "A los que esperan en Yahvé él les renovará el vigor, subirán con alas como de águilas, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse" (Is. 40,31). 

La gente siempre ha deseado la redención; a veces, imaginaron formas extrañas en que ella podría realizarse. Pero en Jesús vemos el cumplimiento de una redención tan maravillosa que parece casi imposible. Es Dios mismo quien realiza la redención en la sangre de Jesús. Es una verdadera redención; no un invención de la imaginación humana. Porque se ha derramado con amor, el poder de la sangre divina es real; es realmente un tesoro de ciencia y de sabiduría porque nos ilumina acerca de la verdadera relación entre Dios y la humanidad: quien se lava en la sangre de Jesús resulta realmente santificado, realmente justificado, realmente iluminado. 

Los textos bíblicos que tratan sobre la sangre, especialmente sobre la sangre de Jesús, la presentan como un instrumento de reconciliación, de paz y unidad entre Dios y nosotros y entre todos los pueblos. Leemos en el capítulo segundo de la carta a los efesios: "Mas ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los que en otro tiempo estábais lejos, habéis llegado a estar cerca por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz: el que de dos nos hizo uno, derribando el muro que nos separaba (Ef. 2, 13-14). De aquí nace nuestra responsabilidad de trabajar para lograr esa unidad con un apostolado incansable. 

Si actualmente hablamos de la "opción de la Iglesia por los pobres", recordemos cómo San Gaspar, siendo un joven sacerdote, demostró un gran celo en el apostolado con los abandonados, especialmente con los jóvenes que corrían el riesgo de terminar en la delincuencia. Cuando estaba en el exilio y en la cárcel, le dolía inmensamente no poder continuar su labor. E instaba a sus amigos de Roma a no abandonarla. 

Una frase de San Gaspar debería estar grabada en nuestros corazones: "Les insto a que no abandonen a los pobres". Siempre parece que hay razones que justifican el retirarse de la difícil misión de servir a los pobres; no es fácil ver en ellos la imagen de Dios y del Cristo sufriente. Pero la sangre de Cristo se derramó por cada uno de ellos. No existen "pobres" en abstracto; especialmente la iglesia de América del Sur nos recuerda que, a causa de la sangre de Cristo, nuestro servicio a los pobres tiene que ser una respuesta concreta, como la de San Gaspar. 

En primer lugar, en la sangre de Jesús llegamos al centro de nuestra fe. Estudio, oración y meditación son los medios más seguros para comprender mejor el significado de la espiritualidad de la Preciosa Sangre en nuestra vida. Como en Jesús descubrimos a toda la Trinidad, así por medio de nuestro estudio, oración y meditación descubriremos en la sangre a todo Jesús: su encarnación, sus enseñanzas, su sufrimiento y su resurrección. La sangre de Jesús nos dice que la fuerza más poderosa y el poder más fuerte que hay en el mundo es el amor. 

En segundo lugar, la sangre de Jesús nos exige dar testimonio de lo que nuestro estudio, oración y meditación nos han revelado. 

La espiritualidad de la Preciosa Sangre nos asegura que nuestros esfuerzos apostólicos valen la pena. Como Jesús por medio de la redención abarca a todo el mundo, así la espiritualidad de la Preciosa Sangre tiene que abarcar a todos los seres humanos, incluidas sus relaciones sociales. Es una contradicción profesar la espiritualidad de la Preciosa Sangre sin confesarla. Uno no puede decir que pertenece a un instituto u organización que tiene esta espiritualidad sin al mismo tiempo confesarla, es decir, sin dar un testimonio de ella. 

Por último, a la luz de la observación de Karl Rahner de que "la espiritualidad cristiana del futuro será siempre una espiritualidad de adoración", nosotros añadimos que la adoración de la sangre nos lleva con seguridad a esa "adoración en espíritu y verdad" que convalida toda espiritualidad. 

Habiendo hecho lo que podíamos y todo lo que podíamos, en esta vida nunca llegaremos a comprender totalmente lo que la redención en la sangre de Jesús significa para nosotros y para el universo. Su pleno cumplimiento todavía permanece oculto; la redención en la sangre es un misterio. Cuanto más nos damos cuenta de lo que todavía espera a la humanidad y al universo, tanto más nos enceguecemos por la luz que rodea al misterio y tanto más grande se vuelve el misterio. 

Por ello, la única respuesta válida de nuestra parte es la adoración. Muchos de los institutos que comparten nuestra espiritualidad llevan en alguna forma el nombre de "Adoradores-Adoratrices de la Sangre de Jesús" o, si no, tienen la práctica de la adoración de la Sangre de Jesús. Entre las palabras que se usan en nuestras plegarias figuran las siguientes: "Alabada y glorificada sea la Sangre de Jesús". Al confesar esto ya nos unimos en la fe al coro celestial que alaba el misterio encubierto, ese coro del cual el Apocalipsis dice: "Su número era miríadas de miríadas y millares de millares, y decían con fuerte voz: digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza". (Ap 5,11-12). 

(P. Anton Loipfinger, C.PP.S., "Testigos de la Sangre") 

 

 

 

VIDA, ESPIRITUALIDAD Y CARISMA DE M.MAGDALENA

VIDA, ESPIRITUALIDAD Y CARISMA DE M.MAGDALENA

Fundadora de la Congregación de la

Preciosísima Sangre de N.S.J. (Chilena)

 

El Origen de la Congregación de la “Preciosa Sangre” en Chile, tiene como fundamento la espiritualidad que el apóstol de la “Preciosa Sangre” San Gaspar de búfalo inicia en Roma y Europa.  Esta fuerte devoción llega a América Latina, continente Joven y fértil. 

 

Una joven religiosa del Buen Pastor, iluminada por el espíritu se impregna de un amor inmenso a esta devoción, su corazón sensible ama a Cristo crucificado, sin pensarlo que más tarde lo llevará hacer la fundadora de la Congregación de la Preciosísima Sangre de N.S.J.

 

SU VIDA.

Nace en Santiago de chile el 20 de enero de 1846,  hija de Don Calixto Guerrero y Doña Javiera Larraín, y consagrada al Señor al día siguiente en el Sacramento de Bautismo, con el nombre de María Dolores y le siguen sus hermanos: Adelaida, María Luisa, Neptalí, Calixto y Ana.

 

Familia muy cristiana, con valores humanos, morales y espirituales del que irán formando a su hija según las costumbres de la época. Su padre sin ser severo supo de hacer de ella una mujer de carácter, con claras decisiones,  visión de futuro, valores firmes y una fe a toda prueba en Dios; su madre al ser su primera hija vació ella toda su ternura de mujer, sensibilidad exquisita y femeneidad.

 

Su Hogar ayuda a reforzar sus dones naturales de: inteligencia, reflexión, piedad y amante de su familia que le permitió una vida de entrega incondicional a Dios y al servicio de prójimo.

 

Ingresa a la Congregación del Buen Pastor en el año 1866.  y hace sus primeros en 1868 con el nombre Sor María Magdalena de Jesús. Así se desprende generosamente de una vida acomodada, en la entrega de un amor sin límite a sus hermanas de Congregación y una obediencia inteligente a los designios de Dios.  La Oración, Sagrada Escritura, y sobretodo la Eucaristía fueron el alimento permanente de su espíritu. Se dedica preferentemente a trabajar con los enfermos y más débiles, durante este periodo su amor a Cristo crucificado en el don de su Preciosa Sangre es la motivación profunda de todo su apostolado.

 

El 8 de mayo de 1886, El Arzobispo de Santiago, por decreto de entonces Mons. Joaquín Larraín Gandarillas decreta lo siguiente:

 

“Conocedores de las aptitudes y buenas prendas que adornan a la religiosa del Buen Pastor, Sor M. de Jesús Guerrero Larraín, venimos a nombrarla visitadora del Beaterio de Santa Ana de la Preciosa Sangre a fin de la que rija, gobierne y disponga las cosas en orden a su erección canónica en Congregación religiosa, y cuando juzgue que todo está preparado para la expresada erección se servirá comunicarlo oportunamente”. Comuníquese.

 

Así el 2 de Octubre de 1887 obtiene la aprobación de la Congregación religiosa de la Preciosísima Sangre de N.S.J. con constituciones propias y el primer grupo estuvo formado por 13 de hermanas.

 

Durante los 20 años de trabajo por la naciente Congregación legó a sus hijas la riqueza de su espíritu, abnegación y generosidad sin límites en la entrega total de su Ser hasta llegar al amor incondicional a Cristo en el don de su preciosa Sangre al Padre.

 

En este periodo escribe las primeras constituciones en 1887 pasando estás por varias reformas hasta las definitivas en 1903 en las que se especifican los fines de la Congregación en Educación, Salud y Misión.

 

En este periodo realiza la construcción del Templo de la Preciosísima Sangre de NSJ de la calle compañía en el que refleja a través de su estructura y decorado todo el amor ardiente a la Sangre e Jesús.  En esta Obra no escatimo esfuerzos, desvelos, sacrificios para hacerlo majestuoso, ayudada por la Sociedad de la época, patrimonio y herencia de la familia Guerrero Larraín. 

 

Inicia las Obras apostólicas del primer colegio dedicado a niñas pobres, centrándose especialmente en al evangelización y catequesis de la familia, es pionera en Chile al abrir una clínica psiquiátrica en Santiago asignándole un pabellón especial de religiosas.

 

Todos los trabajos realizados durante este tiempo influyen debilitando su salud, a lo que hay que agregar las dificultades que empiezan a surgir a partir de la división que se inicia dentro de la comunidad, lo que la lleva a solicitar su salida de la Congregación, que fue concedida el 5 de octubre de 1906. Agobiada y enferma se retira a la casa de su ama de casa, viviendo pobre, enferma y desvalida de un ataque al corazón el 24 de agosto de 1907.

 

ESPIRITUALIDAD

Su espiritualidad podríamos sintetizarla en el amor a Cristo Crucificado, Contemplativo, oblativo y apostólico, centrado en la pasión de Cristo presente en la Eucaristía y la humanidad en el servicio apostólico en el que dice  a las hermanas en sus constituciones:

“si es necesario amar al prójimo, hasta dar la vida por sus hermanos”

 

Espiritualidad expresada especialmente en al creación del Templo de la Preciosísima Sangre en el que es expresa su constante contemplación, y amor ardiente a la pasión de Cristo y la Eucaristía, de este amor impregnó a las primeras hermanas, junto con formar a sus hijas en la espiritualidad de la Preciosa crea la archicofradía de la Preciosísima Sangre con la adoración a la Eucaristía y compromisos con las Obras apostólica de la Congregación.  Su compromiso con los Laicos la llevó a solicitar a Roma la Autorización para integrar varones a la Archicofradía la que le fue denegada.

 

CARISMA

Tan fuerte espiritualidad y dones carismáticos la lleva a poner al servicio de su patria que en esos momentos  sufre la secuela de dos conflictos bélicos.  La guerra contra la confederación Perú-Boliviana y la Guerra del pacífico; al mismo tiempo el secularismo reinante en Europa ha llegado a Chile, surgiendo en la Iglesia la necesidad de mantener los principios éticos, morales y espirituales del catolicismo en el mundo laical.  Madre Magdalena frente a las necesidades de su época y la presencia de la Sangre de Cristo en el pueblo de Dios concreta sus dones carismáticos en sus tres grandes servicios: educación, salud y misión.

 

Su espiritualidad se encuentra clara y especificada en sus pensamientos y algunos rasgos de su vida en sus cartas. Solo a partir de 1966 hemos descubierto que Madre María Magdalena de Jesús es la fundadora de la Congregación, gracias al Concilio Vaticano II y al trabajo y esfuerzo realizado por M. Elena Spaolonzi y otras hermanas.   El 2 de Marzo de 1968 sus restos son trasladados al templo de la Preciosísima  Sangre de NSJ.